Finalicé el mes de agosto, mis vacaciones y el auténtico verano cumpliendo la semana 30 del embarazo. Ya creo que puedo afirmar sin tapujos que he tenido suerte con las temperaturas suaves de este año, o que realmente la gente exagera al atemorizarnos con las incomodidades que el calor puede hacernos sufrir a las embarazadas. Aunque sé que en ocasiones son las hormonas las que de verdad nos traicionan y nos alteran el cuerpo, haciendo que las embarazadas vivamos las estaciones de una forma completamente diferente a la del resto de los mortales. Con la llegada de la semana 30 del embarazo ¡voy vislumbrando la recta final del embarazo y ya no hago nada más que pensar en lo poquito que me queda para conocer a la bichilla! Los síntomas de preñez más relevantes de esta semana han sido.
1. Hambre que viene y va. El futuro papá ha seguido con sus temores de que me vaya a volver anoréxica con el embarazo. ¡Yo (y la matrona y la ginecóloga y todos los que me tratan en alguna ocasión) preocupada por no convertirme en un mastodonte tendente a la diabetes gestacional y él en su mundo de colores y fantasía acongojado porque no me quede en los huesos! A este las hormonas de padre primerizo le están haciendo distorsionar la realidad ¡y mucho! Aunque sí es cierto que las ganas de comer me vienen como por rachas, sobre todo a partir de la tarde. Hasta la hora de la merienda todo transcurre con normalidad, pero en ese momento hay días en los que me siento súper empachada y no soy capaz de comer nada más hasta el día siguiente, otros en los que sí meriendo pero me niego a cenar, y otros en los que engullo de la mañana a la noche como una lima y sin preocuparme de nada. El caso es que en la semana 30 aún sigo estancada en los 8 kilos que he perdido durante el embarazo y la báscula ni avanza ni retrocede.
2. Frío y no bochornos. ¡Que se me acaba el veranito y aún no he soltado una gota de sudor por este cuerpo! Vamos, que el verano pasado recuerdo como me bajaban los regueritos de sudor desde el tetamen mientras trabajaba sentada en el ordenador y este año llegó septiembre y aún estaba esperando a deshidratarme a lo bestia. ¡Es que ni en la playa he sudado! Y eso que cada año la crema solar parece que no quisiera penetrar en mi cuerpo y me cae en chorreones blanquecinos desde la frente hasta los tobillos. La parte más rara de mis frías hormonas del embarazo la viví cuando a finales de agosto ya me vi obligada a taparme con la manta por las noches porque me despertaba con los brazos y la garganta helada. Nosotros sufriendo porque en el piso nuevo al que nos hemos trasladado no hay aire acondicionado y ahora pensando casi en conectar la calefacción en pleno verano. Yo a mi cuerpo ya no lo entiendo.
3. Pelo envidiable. Durante las primeras semanas del embarazo tuve algo de caspa y pensé que en esto también sería una embarazada diferente, que en vez de lucir una melena de leona me iba a quedar con 4 pelos mugrosos y deslucidos. Pero la cosa parece que fue transitoria y ahora tengo un pelo fuerte y brillante, parece que se me cae menos cantidad cuando me peino y lo mejor ¡que no se ensucia! No es que me haya vuelto una porcachona con esto del embarazo, pero es que yo antes debía lavármelo un día sí y otro no para mantenerlo bonito y que no mostrase signos visibles de grasa ni suciedad, y ahora me meto en la bañera y lo lavo por vicio, porque es que no se ensucia en 3 días. Eso sí, ya estoy advertida de que estos fenómenos tal cual llegan se van y que después del parto es de esperar que mi pelo pase por una racha bastante menos afortunada.
4. La bichilla y sus movimientos a lo bestia. Lo primero que debo decir es que no duelen, por bruscos que sea e impresión que nos cause ver cómo la barriga se deforma de un lado a otro, haciendo ondulaciones y levantando bultos por todas partes. Además, ya sabemos que no me da pataditas en las costillas, porque lo que tiene ahí es la cabeza, y que lo que noto no son cabezazos sino giros sobre la espalda, codazos y cambios de postura del cuerpo completo. El futuro papá ya ni apoya la mano en la barriga para sentirla porque la ve arrastrase por debajo de la piel a ojo. ¡Y eso que yo entre mi piel y la bichilla tengo una importante capa de grasa!
Durante la semana 30 del embarazo el bebé puede llegar a medir hasta 38 centímetros y pesar en torno a 1,400 kilos. Aún debe seguir creciendo al menos un centímetro por semana pero sobre todo engordando y acumulando grasa bajo la piel. Una gran novedad es que ya puede llorar con lágrimas ¡ay qué penita tan grande!
Para las mamás, la sal, el calor y estar de pie puede empeorar la retención de líquidos así como la hinchazón y pesadez en las piernas. A mí esto no me ha pasado, pero avisadas quedáis por si os veis en este trance. También se pueden notar falsas contracciones de parto y hay que tener especial cuidado con la preclampsia. Aunque el bebé debe seguir creciendo, no deberíamos engordar más de 500-800 gramos a la semana. Si aún no habéis empezado los cursos de preparación al parto ¡daos prisa que duran 8 semanas y os va a pillar el toro! Nunca está de más ir acumulando conocimiento sobre las semanas de embarazo que nos quedan por afrontar y el gran momento en el que nuestros bichillos llegan al mundo.
28 Comentarios
Gestando un aidea...
1 octubre, 2013 at 08:10Yo vi un vídeo de una panza de muchos meses donde se ve perfectamente los movimientos y es una pasada. No sabía que se notaba tanto, tanto!!! Qué bonito.
Lo de la melena es una suerte. Lástima que con el tiempo y el parto se vaya…porque debe ser una gozada que no se caiga tanto el pelo…
Y bueno, en general es que estás teniendo un embarazo de lujo!! Yo firmo por tener todos los que hagan falta como el tuyo, ¿eh? ¡Qué alegría!
¡Ya no te queda nada de nada!!! ¡Qué ganitas de que nazca!
planeandoserpadres
2 octubre, 2013 at 09:53Yo tampoco pensé que se notarían tanto y la verdad es que impresiona, porque a veces da la sensación de que se pudiera salir de ahí en cualquier momento. El embarazo está siendo inmejorable, pero ya me advierten de que un segundo puede no parecerse en nada a esto, con lo cual ¡qué mala suerte no poderme asegurar repetir esta experiencia exactamente así! Ya empezamos a estar ansiosos por verla nacer. ¡Qué poquito queda!
Estibaliz
1 octubre, 2013 at 08:59Lo de la melena preciosa yo aun tengo que verlo, bueno ya no que ya di a luz hace 2 meses o así. Y lo del calor a mi me pillo to el calor de Julio y los pies se me pusieron increíbles, hasta casi 2 semanas después de parir no volví a verme los tobillos normales.
planeandoserpadres
2 octubre, 2013 at 09:54Justo ayer tuve visita con la matrona y siempre me insisten en lo de si se me hinchan las piernas, los pies, pero yo creo que de tanto caminar no me da ni tiempo a que se me acumule líquido en esa zona. Bueno, y que este año tampoco es que haya hecho mucho calor, que todo ayuda.
saradapia
1 octubre, 2013 at 09:55Eso si que es un buen embarazo!! Yo si hay algo que echo de menos de estar embarazada es tener el pelo de anuncio. Seis meses después de haber dado a luz, en lo que a mi melena se refiere, cualquier tiempo pasado fue mejor. Un abrazo
planeandoserpadres
2 octubre, 2013 at 09:56¡Ay qué tristeza saber que lo bueno se perderá! Cuando llegue el momento de la catástrofe al menos podré vivir del recuerdo de la época más dichosa de mi melena.
Una mamá muy feliz
1 octubre, 2013 at 12:38Te acuerdas cuando escribí «la revolución hormonal» y comenté lo del pelo bonito??? te acuerdas que te estabas preocupando porque no notabas nada? ves, todo llega!!! lo malo que también te llegará la caída exagerada después del parto….
En cuanto a las temperaturas, como me pilló invierno…ayyyyyy con lo helera que soy estuve todo invierno asfixiada, pero es que aun me duran los calores!!!!
planeandoserpadres
2 octubre, 2013 at 09:57¡Jajaja! Sí que me acordé de tu post cuando empezó a pasarme esto pero ahora ¡no quiero ser consciente de lo que vendrá después! Esto de la revolución hormonal suele darle calor a todo el mundo. Yo normalmente no es que sea ni calurosa ni friolera, pero con el embarazo parece que se me ha refrescado el cuerpo ¡menos mal que no me ha pillado en pleno invierno porque si no no lo cuento!
sradiaz
1 octubre, 2013 at 16:31A mi amiga se le notaban las pataditas un montón a simple vista 🙂 Me admira tu falta de apetito, yo no puedo parar de comer 🙁
planeandoserpadres
2 octubre, 2013 at 09:59¡Noooo! Que es muy pronto para que te lances a lo loco sobre la comida. Que como me decía mi madre, y la matrona, casi hasta el séptimos mes los kilos de más que cojas serán tuyos y no del bebé. Aunque bueno, lo mismo se te altera el metabolismo como a mí y por más porquerías que comas no te engordas.
yademasmamas
1 octubre, 2013 at 18:18Vamos que estas estupenda!! jajaja Bueno me alegro que estés teniendo una recta final tan buena. Mis embarazos también lo han sido en general, cierto es que en el primero la ciática me mataba a partir del 7º mes. Con el segundo no lo noté tanto porque me apunté a clase de gimnasia para embarazadas, en las que haciamos ejercicios especificos, muchos con la pelota de pilates y estiramientos que me vinieron de lujo.
Y lo del movimiento es una maravilla. Cuando pasas de sentir las patadas a verlas en 3D! Ay que bonitos recuerdos!
Rocío
planeandoserpadres
2 octubre, 2013 at 10:01De momento lo único que hago para no atrofiarme del todo es caminar, entre 30 y 60 minutos todos los días (no siempre puedo llegar al máximo por falta de tiempo). En las clases de preparación al parto se supone que hacemos una especie de yoga-pilates y relajación, pero es sólo un día a la semana y la matrona se enrolla tanto con la charla que al final hay días en los que no estiramos ni una pierna. De momento, lo de sentir los movimientos me gusta muchísimo porque no me duelen nada, pero ¡ay de la bichilla como empiece a patearme con malas intenciones!
yademasmamas
2 octubre, 2013 at 10:28Jaja pues te digo desde ya que en ultimo mes y segun como este colocada te va a meter cada patada que riete tu de las de Pepe!!
planeandoserpadres
3 octubre, 2013 at 07:48Pues será que esta es flojita para eso porque encima, ahora que está cabeza abajo, parece que cuando se mueve por esa zona me hace cosquillas ¡esta me va a salir de rara como yo!
yademasmamas
3 octubre, 2013 at 07:50No la subestimes!! Te quedan todavia 10 semanas ya me lo contarás jaja
planeandoserpadres
3 octubre, 2013 at 08:16Síii, en el momento en que escribí ese post sí, pero ya estoy de 35 semanas y aún no me ha dado ningún golpe doloroso. Claro que aún me quedan otras 5 y es mejor no cantar victoria todavía…
yademasmamas
3 octubre, 2013 at 09:00Ahh perdona, con el lio que tengo aqui con las dos no me habia dado cuenta! Bueno bueno entonces tu ya estaras, como me pasaba a mi, con el run run de que puede ser en cualquier momento… Si te sirve de algo, las mias al final nacieron cuando les llego el momento (como casi todos, salvo los inducidos) una en la 41+5 y la otra en la 40+1 bs
planeandoserpadres
4 octubre, 2013 at 10:01Yo espero que aún aguante dentro algunas semanas más, pero como se espera que sea grandecita las matronas siempre me dicen que si puede nacer en la semana 40 o una mijita antes mejor, porque como se agarre ahí dentro hasta la 42 y siga creciendo a este ritmo ¡no sé por dónde la vamos a sacar! De momento, no me noto signos de parto, pero como dice mi madre ¡eso puede empezar de un minuto para otro!
yademasmamas
1 octubre, 2013 at 18:19Por cierto, acaba de pasar por aqui mi bichilla de 3 años ve vuestra cabecera y me dice, MIRA MAMA!!!! UNOS PAPAS QUE SE RIEN!! jajaja
planeandoserpadres
2 octubre, 2013 at 10:02¡Jajaja! A ver si después del parto y de noches sin dormir nos seguimos riendo como hasta ahora.
Cloe
1 octubre, 2013 at 18:57Pronto llegará la bichilla y ese momento debe ser lo más! Bsssss
planeandoserpadres
2 octubre, 2013 at 10:03¡Ay sí, qué ganas por favor! Y mira que no me está dando quebraderos de cabeza y que todo el embarazo va tan bien que podría quedarse a vivir ahí dentro eternamente pero ya tenemos tanta curiosidad y ganas de conocerla…
Esther
1 octubre, 2013 at 19:35Uff los calores…que horror!! A mi si que se me caían los chorretones por la espalda y por todos lados. He tirado mas de aire acondicionado…menos mal que no me pilló la subida de la luz de hace unos dias jajaja…
Aiiix las pataditas, que bien! Yo encuentro a faltar la barriga porque me ponía mi vaso con cereales y comía genial.
planeandoserpadres
2 octubre, 2013 at 10:05Pues yo este año ¡he batido récords! Todo el verano sin aire acondicionado, además como en el nuevo piso no tenemos era más que seguro que no lo podría poner aunque quisiese. Yo no sé dónde se me estará yendo la cantidad de agua que bebo, porque en forma de sudor no sale. Yo de momento no me apoyo nada en la barriga ¡porque no me fío de que la bichilla me lo estampe contra el suelo! Que a veces le ponemos el iPod con música y ya lo lanza contra el sofá.
Pru
2 octubre, 2013 at 17:34Increíble lo del peso, mientras la peque crezca bien qué más da que tú adelgaces… mejor!! 🙂 y a ver si tienes suerte con el pelo y sigues con el bien. Yo no he tenido problemas tras el parto y eso que me decían que me caería un montón y nada… disfruta mucho las semanas que quedan!!
planeandoserpadres
3 octubre, 2013 at 08:08¡Eso digo yo, que más vale que adelgace yo y engorde ella! Pero claro, hasta que la ecografía de la semana 33 no confirmó que eso era lo que estaba pasando, mi madre y el futuro papá ya empezaron a acusarme de estar matando a la bichilla de hambre. ¡Ay, a ver si tras el parto se me queda el pelo medianamente decente!
El rincón de Mixka
2 octubre, 2013 at 18:42Hola guapa…
Jo, otro de mis grandes complejos fue el pelo… Se me caía a puñados… Tienes a una futura karateka en la barriguilla!!! Ya va quedando menos…
Tenía pendiente pasarme por aquí… No doy a basto!!
Un besito guapa…
planeandoserpadres
3 octubre, 2013 at 08:13¡Sin prisas! Tú pásate cuando puedas. Lo del pelo veo que es lo que más ha marcado a otras mamá, aunque algunas han tenido la suerte de no padecer por él y quedarse igual que estaban antes del embarazo. Ya contaré si finalmente me quedo pelona del todo o medio bien.
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