Como ya sabéis, a los 6 meses instauramos un método mixto de alimentación complementaria para la bichilla, por una parte debido a mis deseos de BLW y por otra a la adoración del papá de la bichilla y de mi madre por los triturados y purés. Lo bueno de la combinación es que hemos llegado a un punto de entendimiento, que la niña engorda y da gusto verla comer a trozos. Como primerizos no vivimos preocupados por este asunto y eso ya es mucho decir. Lo peor es que vivo diariamente en mis carnes tantos las ventajas como los inconvenientes de ambos métodos, a saber: la suciedad que generan. Y es que los defensores de los purés y los del BLW, barren cada uno para su casa alabando las virtudes del método elegido, pero ninguno viene luego a barrerme a mi la cocina o el salón tras las comidas de mi bichilla. Lo que más echó en falta de haber superado la etapa de lactancia materna exclusiva es lo tranquila y limpia que yo vivía antes, frente a la necesidad actual de limpiarlo todo varias veces al día.
1. El artefacto para cocinar al vapor. No pongo foto porque hoy lo tengo hecho una guarrada y metido en el lavavajillas para higienizarlo, pero yo me compre una especie de cesta metálica con patas y llena de agujeritos para cocinar al vapor. La ventaja es que se adapta a todo tipo de cazos y ollas, porque es extensible, y así evito esa pérdida de propiedades de los alimentos que se cuecen en agua al estilo tradicional. Pero el trasto es difícil de limpiar, porque las verduritas se meten por los recovecos, la carne suelta un agüilla asquerosa que parece que se coagule en el culo del artilugio… En fin, que se tarda un rato como tengas que entretenerte en lavarlo a mano. Y claro, yo antes de que mi bichilla empezase a comer nunca había cocinado al vapor, por lo que este trastorno es nuevo para mí.
2. El hule. En las comidas en las que le damos los mismos alimentos que comemos nosotros, en trozos y sin triturar, colocamos un hule de plástico bajo la trona para poder recuperar lo que caiga al suelo. Que no está la economía para ir desperdiciando comida a lo loco. No me considero repuerca pero por estos suelos, aunque haya limpiado, pasamos caminando todo el día, con zapatos de la calle, así es que lo del hule me pareció mejor opción para no infectar a la niña de bacterias. Pero limpiarlo es un rollo patatero. Y ahí me podéis ver, después de cada comida, arrodillada cual esclava recogiendo restos de comida y frotando el mantelito de plástico para que esté decente para el próximo uso. ¡Yo estudie una carrera para no acabar de fregona! (como dirían las antiguas) y sin embargo hasta de rodillas me está tocando faenar. A veces pienso que sería mejor dejarlo caer directamente en las baldosas y al menos limpiar de pie con el recogedor y la fregona. Los que tienen perros dicen que estos animalitos son muy agradecidos para recoger los restos del BLW, pero no me animo yo a lo de tener mascota. Que esta fase de manchas será corta y el bicho se me va a instalar en casa durante años.
3. El brazo de la batidora. ¡Qué ojeriza le tengo! Y mira que no es difícil de limpiar, pero no me gusta andar fregoteando entre las cuchillas, porque ponerlo en el lavavajillas suele ser una pérdida de tiempo: los restos de frutas o de puré se resecan y después no hay forma de limpiarlo bien. Eso sin contar que la parte por la que se conecta al resto de la batidora se llena de agua, y las instrucciones del aparato dicen claramente que debe estar bien seco antes de usarlo. Y luego está esa famosa Ley de Murphy, en la que siempre que tengo que usarlo para triturar lo que sea, el aparato está sucio y no he puesto el lavavajillas. Lo odio de verdad.
4. La comida estampada en el suelo. Ya siga el BLW o estemos en una de las sesiones de purés, la comida suele llegar al suelo antes o después. Es verdad que con los purés cae menos cantidad, aunque eso depende de lo que dejemos manipular el plato a nuestros bichillos. Porque yo le doy una cucharita para que ella vaya probando a llevarse comida a la boca y menos ahí, el puré acaba en todas partes. Y si estas manchas de comida triturada se resecan en el suelo ¡prepárate a frotar para que salgan!A veces se me subleva la sangre andaluza y pienso que sería más fácil cambiar el alicatado completo de la cocina que meterme en faena para limpiar. Con los trozos del BLW si tienes suerte te ahorras la fregona, pero la escoba se te va a quedar hecha unos zorros desde el primer uso. Creo que el brócoli y los granos de arroz son mis archienemigos desde que empezamos con la alimentación complementaria.
¡Ay, qué me quedará por limpiar en esta crianza primeriza! ¿Vosotros sois fans incondicionales de algunos de estos métodos por su limpieza? ¿Queréis compartir algún truco con otros primerizos que anden desesperados con este asunto de las manchas?
22 Comentarios
mamá puede
25 septiembre, 2014 at 07:05Me esta dando una pereza empezar con la alimentación complementaria… Jaja
Con lo bien que estábamos hasta ahora, comiendo los tres ya prácticamente sin manchar nada, ahora vuelta a empezar! Bufff
Planeando ser padres
26 septiembre, 2014 at 21:56Mujer,pero tú ya pasaste por estos comienzos una vez y ya eres experta. A lo mejor ahora te sale el superpoder de bimadre y logras pasar la fase sin manchas (o con poquitas)
Lydia - Padres en Pañales
25 septiembre, 2014 at 08:05Jajaj aquí tampoco vienen a barrer..recuerdo con los.primeros purés que pensé que eran tb una guarrada, escupía, lanzaba la cuchara cual ninja… También cuesta limpiar eso. Pero a la larga estoy valorando mucho lo del blew.me parece que ha sido una elección muy acertada, con 14 meses come cómo.una niña de 2 o 3 años. No hay peleas, y tiene curiosidad por todo. Así que limpia el.hule y la trona y la.pared de la cocina como hago yo que compensa!!!! Mua!
Planeando ser padres
26 septiembre, 2014 at 21:58¡Qué remedio! La verdad es que con 10 meses ella tiene curiosidad por toda la comida que se le pone al alcance, aunque ahora hay días que a las verduras les vuelve la cara (me va a salir carnívora como yo). Ya metidos en faena, y avanzando cada vez más con el BLW y con menos triturados, no vamos a dar marcha atrás ¡pero qué sucio es todo!
mamaenbulgaria
25 septiembre, 2014 at 08:51Al final acabarás cayendo en la moda búlgara de usar zapatillas por casa jaja! Mucho más higiénico cuando hay niños pequeños.
No te agobies, que todas las que no tenemos criada fregoteamos el pringue que dejan los niños cuando acaban de zampar 🙂
Planeando ser padres
26 septiembre, 2014 at 22:00Calla, que cuando escribía esa frase me acordaba de tu post sobre el tema y la verdad es que cada vez lo veo más práctico. Seguro que los ricos no tienen estos calentamientos de cabeza con el tema dela alimentación complementaria y las manchas.
La mama fa el que pot
25 septiembre, 2014 at 09:12En esto de la alimentación complementaria está claro que hagas lo que hagas siempre acabas limpiando hasta que tengan una edad.
Planeando ser padres
26 septiembre, 2014 at 22:01¿y cuál es esa edad? A lo mejor si sé dónde se sitúa esa barrera, psicológicamente limpio con más ganas. No estoy muy convencida de esto, pero por si acaso…
Marta
25 septiembre, 2014 at 09:17el cacharro del vapor, lo tengo, y lo he usado… Poco o nada. Que sí, que es útil, pero es que yo hacía más cantidades. Y claro, con el cacharrito ese, sólo tenía para un día de comida.
Lo de enguarrarse es algo que llevo fatal. Les he dejado siempre su autonomía para comer, pero cuando me manchan la mesa o suelo, o tiran el vaso de leche, o derraman la natilla… Ains, se me llevan los diablos.
Planeando ser padres
26 septiembre, 2014 at 22:18¡No!Entonces no es el mismo porque el mío se extiende tanto que me sale puré hasta para 6 días. Yo de momento con mi bichilla estoy demostrando mucha paciencia, porque sé que la criaturita aún no va a entender que a su madre no le gusta andar detrás limpiando lo que ella ensucia. Pero reconozco que hay días en los que al verla coger lo que sea con 2 deditos y tirarlo directamente al suelo, sin hacer amago de comérselo ¡mela comería yo a ella por puerquecita!
sradiaz
25 septiembre, 2014 at 09:41Me ha gustado la idea del hule
Planeando ser padres
26 septiembre, 2014 at 22:02Venía en un libro de BLW, el de «El niño ya come solo», y también me lo había recomendado otros papás bloggers.
Una mamá muy feliz
25 septiembre, 2014 at 09:54Nosotros ya vamos medio que entendiéndonos y hemos dejado de usar estos aparatejos…qué pereza!!!! pero yo me paso el día con la escoba y el fregón en la mano…además tengo un suelo asquerosamente guarro, tanto es así que ha salido mi vena andaluza y en unos días lo voy a cambiar jajajajaja…si como lo lees, la AC me ha costado un suelo nuevo!!!! estoy perdiendo el norte…
Planeando ser padres
26 septiembre, 2014 at 22:20¡Jajaja! ¡Jajaja! Me parto contigo y tu suelo nuevo. ¿A tanto ha llegado la cosa? Bueno, mejor me callo porque a saber de lo que será capaz yo cuando mi bichilla lleve ensuciando tantos meses como el tuyo.Mi suelo tampoco es nada agradecido para la limpieza.Me gusta mucho por el brillo que tiene,pero el color es demasiado claro y así parece que nunca se vea limpio.
maria
25 septiembre, 2014 at 13:25Joe.. Yo no estoy haciendo nada de BLW porque padre y abuelos me presionan mucho con lo de los atraganta mi en tos…cómo tienen q ser los trozos que le ofreces? No se atragantándose?
Planeando ser padres
26 septiembre, 2014 at 22:23Al contrario de lo que cabría esperar, los trozo tienen que ser grandes, más grandes que su puño cerrado, para que la comida les sobresalga y ellos bayas chupándolo o mordiéndolo a su ritmo. Te parecerá mentira, pero mi bichilla se ha atragantado menos veces con esta comida sólida que con la leche de la teta. Lo cual no quita que su papá y mi madre sigan sin fiarse del BLW. Ahora, cuando la ven comer sólidos a ella solita ¡de eso sí que les gusta presumir!
Madreyautonoma
26 septiembre, 2014 at 11:26Nosotros con M. Hacemos BLW desde el principio, nada de purés. Tuvimos también un momento en que quisimos usar un hule para el suelo pero era peor, había que limpiar dos veces, una el hule y otra el suelo, porque siempre caía algo por fuera. Ahora cada vez tira menos comida aunque sí que seguimos limpiando después de cada comida. Por lo menos, desde que sabe hacer la pinza, él se ensucia mucho menos, algo es algo.
En mi blog tengo algunas entradas sobre platos que come M. esperó ir poniendo uno nuevo cada semana.
Planeando ser padres
26 septiembre, 2014 at 22:31¡Por fin he podido entrar a tu blog! Que lo he intentado en días pasado y me surgía como desaparecido. Pues voy a tener que mirar el apartado de recetas, porque yo soy una negada para la cocina y a ver si te copio alguna idea sencillita. Desde que mi bichilla hace la pinza es verdad que controla más los movimientos, pero también ha desarrollado una soltura para tirarlo todo desde la trona con precisión milimétrica al trocito de suelo al que está apuntando. Con lo cual, no sé yo si con tanta destreza al final la higiene ha salido perdiendo.
azaharajsblog
1 octubre, 2014 at 00:34La verdad es que como es complementaria, yo a los 6 meses empecé a darle pero más para que conociera que para que se alimentara, pero le encantó y come ahora con 10 meses de todo, y prefiere masticar a tanta papilla, y he de decir que no es de los niños más cochinos que conozco, casi no se le cae nada, vamos! con lo q le gusta comer no pierde ni un trocito.
Y normalmente hago la papilla el mismo día que se la doy por que no me gusta congelar, y la batidora donde la trituro se limpia tan fácil…
Vamos, que para mi está siendo sencillo, tengo un niño que es un amor con todo la verdad.
besos
AJS
Planeando ser padres
1 octubre, 2014 at 23:33Pues empezaste igual que yo, sin preocupaciones, sabiendo que el pecho es su alimento principal (o el biberón según el caso) y sin traumas. La bichilla también va queriendo cada vez más comida sólida, pero guarrea tanto que a veces no sé cuál delos dos métodos prefiero para no tener que andar todo el día detrás de ella limpiando. A ella no es tanto lo que suele cae como lo que tira a conciencia cuando ya no quiere comer más o se distrae. Yo no me quejo de la niña que me ha tocado en suerte, porque para ser primerizos es bastante fácil de llevar. De lo que me quejo es de tener que cocinar y limpiar. Lo de ser madre me gusta,lo que detesto son las tareas domésticas.
Reloj de madre
6 octubre, 2014 at 12:47Ya me has metido miedo y ni siquiera he llegado a la lactancia.
Planeando ser padres
7 octubre, 2014 at 15:23¡Nooo! Que mi especialidad es desdramatizar y eliminar miedos, no generarlos. Ya verás que no es para tanto, pero al principio impresiona la suciedad (la lactancia es más limpita).
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